VINOS UTÓPICOS
Carta de Vinos Utópicos para Mar de la Carrasca Verano 2020
Vinos para la nueva realidad o para la realidad que queremos crear. Hablando con Isabel y Alberto (por cierto, somos Raquel y Agustín de Vinos Utópicos) de todo lo vivido, de todo lo pensado, de todo lo sentido en estos duros meses, por su excepcionalidad, nos surgió la necesidad de plasmar esta nueva época post coronavirus en una nueva carta, que expresara mediante estos vinos telúricos cargados de energía, de esfuerzo y de respeto a la tierra, la cantidad de pensamientos que recibía nuestra alma, cual inmenso rompeolas. Con tanta inquietud, con tanto dolor y con tanta incertidumbre, a causa del consabido problema. El aislamiento de nuestro pequeño shangri-la que es Mar de la Carrasca, ha sido una gigantesca experiencia de crecimiento interior para Isabel, Alberto y Marcus. Desde este paraje que tanta paz y amor nos regala a cuantos la consideramos nuestra casa ya, hemos pensado en unos vinos que nos reconcilien con la tierra. Unos vinos que cicatricen tanto daño causado a la naturaleza, gratuitamente, por nuestra parte. Unos vinos honrados que nos ayuden a sonreír cual niños en crecimiento. Creemos que de todo esto debe salir otro mundo más habitable. Si todos ponemos de nuestra parte, se podrá conseguir. Mientras la oscuridad nos iba arropando en la terraza y bebíamos unas botellas de vino, estábamos convencidos que, ojalá pudiéramos transmitir tantas dosis de belleza, interior y exterior, que nos regala la naturaleza en estos parajes. Confiamos en que estos vinos, elegidos a corazón abierto, os inspiren sensaciones enriquecedoras…
1.- Cárabo de Confesionario Blanco 2018. Dominio del Cárabo. Logroño, La Rioja Rioja y sus blancos. Vinos excelsos de guarda o vinos para copear esos buenos momentos que le buscamos al día. Este coupage de Tempranillo blanco y Malvasía se convierten en adictivo, solo Gonzalo podía conseguirlo…
2.- Albir 2017. Celler La Muntanya. Muro de Alcoy, Alicante Desde la montaña alicantina nos llega esta Malvasía procedente de microviñas de más de 60 años. Un vino sabroso, goloso, elegante que no deja indiferente a nadie que lo prueba…
3.- Eido Da Salgosa Albariño 2017. Adega Cazapitas. Rías Baixas. Tomiño, Pontevedra Albariño en su integridad. Un vino donde la aparente 'ortodoxia' esconde multitud de matices que lo convierten en un vino de todo menos aburrido. Sin estridencias y con la acidez justa para enamorarnos de esas comarcas gallegas y sus gentes, cómo David Rial. Gastronómico y compañero de tertulias relajadas al mismo tiempo…
4.- Endogen Xarel.lo 2018. Finca Mas Perdut. Santa Oliva, Tarragona Una Xarel-lo llena de matices. Uva muy salina que da vinos muy sedosos, suaves y elegantes y muy fáciles de beber. Vino muy mineral también que transmite el alma de la tierra que lo pare. Acidez perfecta en conjunción con la fruta. Excelente aperitivo…
5.- Sidra Clásica 2019. Fuente Guijarro-Sidra del Sur. Laroles, Granada Manolo y Sara y su shangri-la a 2000 metros de altura en la Alpujarra granadina elevan la palabra sidra al olimpo de los grandes espumosos. Burbujas equilibradas, aromas que nos acercan a paraísos muy reales y cercanos, hacen de estos espumosos acompañantes imprescindibles para infinidad de platos o infinidad de momentos en busca de esa necesaria sonrisa…
6.- El Plantarga 2018. Carlania Celler. Barberà de la Conca, Tarragona El rosa es nuestro color. Sònia y Jordi se encargan de recordárnoslo con este elixir de Trepat que brota, espiritualmente, de tierras tarraconenses de una forma natural. Un rosado entrañablemente desenfadado, con sus chispeantes burbujas que, bien fresco, o hacen un vino perfectamente compañero de la canícula propia de estos meses…
7.- Pet Nat Rosé 2018. Bodegas Coruña del Conde. Coruña del Conde, Burgos Las chapas de Julián esconden una Tempranillo chispeante. ¿Unos hielos, unas rodajas de limón y naranja, alguna fruta que nos enamore? La mente es libre con este pet nat rosado. Es un vino con tanta personalidad y tan desenfadado al tiempo, que nos acompañará en cualquier tesitura…
8.- Yema Nueva Rosé 2018. Bodega La Tercia. Alcázar de San Juan, Ciudad Real Cerca de un siglo es lo que tiene las cepas que nutren este vino honrado hasta el extremo. Jesús, Paco y Goyo consiguen un rosado de Tempranillo con una sencillez envolvente maravillosa. Para chatear sin límites. Hay otra Mancha posible…
9.- El Petit Carlania 2017. Carlania Celler. Barberà de la Conca, Tarragona Bendita Trepat y su patria la Conca de Barberà. La tierra libre acude a nuestro encuentro para hacer un brindis a los dioses báquicos y a la vida, siempre con una sonrisa inmensa…
10.- Xirà 2017. Celler Testuan. Cabrils, Barcelona Una Syrah de un frescor y jovialidad cuasi infantil, en el mejor sentido de la palabra, hacen que sea un vino tremendamente agradable y fácil de beber. Alella, al norte de Barcelona, nos sigue dando alegrías inmensas… 11.- Hontza 2018. Viñedos Hontza. Labraza, Rioja Alavesa La juventud de Iker sin tabúes, sin ataduras le permite ofrecernos un Rioja como debieron ser antaño. Fruta presente en un ensamblaje digno de los grandes maestros. Sentarse con una botella y contemplar el mar de carrascas, es sentirse mimado por los dioses…
www.vinosutopicos.es
Vinos para la nueva realidad o para la realidad que queremos crear. Hablando con Isabel y Alberto (por cierto, somos Raquel y Agustín de Vinos Utópicos) de todo lo vivido, de todo lo pensado, de todo lo sentido en estos duros meses, por su excepcionalidad, nos surgió la necesidad de plasmar esta nueva época post coronavirus en una nueva carta, que expresara mediante estos vinos telúricos cargados de energía, de esfuerzo y de respeto a la tierra, la cantidad de pensamientos que recibía nuestra alma, cual inmenso rompeolas. Con tanta inquietud, con tanto dolor y con tanta incertidumbre, a causa del consabido problema. El aislamiento de nuestro pequeño shangri-la que es Mar de la Carrasca, ha sido una gigantesca experiencia de crecimiento interior para Isabel, Alberto y Marcus. Desde este paraje que tanta paz y amor nos regala a cuantos la consideramos nuestra casa ya, hemos pensado en unos vinos que nos reconcilien con la tierra. Unos vinos que cicatricen tanto daño causado a la naturaleza, gratuitamente, por nuestra parte. Unos vinos honrados que nos ayuden a sonreír cual niños en crecimiento. Creemos que de todo esto debe salir otro mundo más habitable. Si todos ponemos de nuestra parte, se podrá conseguir. Mientras la oscuridad nos iba arropando en la terraza y bebíamos unas botellas de vino, estábamos convencidos que, ojalá pudiéramos transmitir tantas dosis de belleza, interior y exterior, que nos regala la naturaleza en estos parajes. Confiamos en que estos vinos, elegidos a corazón abierto, os inspiren sensaciones enriquecedoras…
1.- Cárabo de Confesionario Blanco 2018. Dominio del Cárabo. Logroño, La Rioja Rioja y sus blancos. Vinos excelsos de guarda o vinos para copear esos buenos momentos que le buscamos al día. Este coupage de Tempranillo blanco y Malvasía se convierten en adictivo, solo Gonzalo podía conseguirlo…
2.- Albir 2017. Celler La Muntanya. Muro de Alcoy, Alicante Desde la montaña alicantina nos llega esta Malvasía procedente de microviñas de más de 60 años. Un vino sabroso, goloso, elegante que no deja indiferente a nadie que lo prueba…
3.- Eido Da Salgosa Albariño 2017. Adega Cazapitas. Rías Baixas. Tomiño, Pontevedra Albariño en su integridad. Un vino donde la aparente 'ortodoxia' esconde multitud de matices que lo convierten en un vino de todo menos aburrido. Sin estridencias y con la acidez justa para enamorarnos de esas comarcas gallegas y sus gentes, cómo David Rial. Gastronómico y compañero de tertulias relajadas al mismo tiempo…
4.- Endogen Xarel.lo 2018. Finca Mas Perdut. Santa Oliva, Tarragona Una Xarel-lo llena de matices. Uva muy salina que da vinos muy sedosos, suaves y elegantes y muy fáciles de beber. Vino muy mineral también que transmite el alma de la tierra que lo pare. Acidez perfecta en conjunción con la fruta. Excelente aperitivo…
5.- Sidra Clásica 2019. Fuente Guijarro-Sidra del Sur. Laroles, Granada Manolo y Sara y su shangri-la a 2000 metros de altura en la Alpujarra granadina elevan la palabra sidra al olimpo de los grandes espumosos. Burbujas equilibradas, aromas que nos acercan a paraísos muy reales y cercanos, hacen de estos espumosos acompañantes imprescindibles para infinidad de platos o infinidad de momentos en busca de esa necesaria sonrisa…
6.- El Plantarga 2018. Carlania Celler. Barberà de la Conca, Tarragona El rosa es nuestro color. Sònia y Jordi se encargan de recordárnoslo con este elixir de Trepat que brota, espiritualmente, de tierras tarraconenses de una forma natural. Un rosado entrañablemente desenfadado, con sus chispeantes burbujas que, bien fresco, o hacen un vino perfectamente compañero de la canícula propia de estos meses…
7.- Pet Nat Rosé 2018. Bodegas Coruña del Conde. Coruña del Conde, Burgos Las chapas de Julián esconden una Tempranillo chispeante. ¿Unos hielos, unas rodajas de limón y naranja, alguna fruta que nos enamore? La mente es libre con este pet nat rosado. Es un vino con tanta personalidad y tan desenfadado al tiempo, que nos acompañará en cualquier tesitura…
8.- Yema Nueva Rosé 2018. Bodega La Tercia. Alcázar de San Juan, Ciudad Real Cerca de un siglo es lo que tiene las cepas que nutren este vino honrado hasta el extremo. Jesús, Paco y Goyo consiguen un rosado de Tempranillo con una sencillez envolvente maravillosa. Para chatear sin límites. Hay otra Mancha posible…
9.- El Petit Carlania 2017. Carlania Celler. Barberà de la Conca, Tarragona Bendita Trepat y su patria la Conca de Barberà. La tierra libre acude a nuestro encuentro para hacer un brindis a los dioses báquicos y a la vida, siempre con una sonrisa inmensa…
10.- Xirà 2017. Celler Testuan. Cabrils, Barcelona Una Syrah de un frescor y jovialidad cuasi infantil, en el mejor sentido de la palabra, hacen que sea un vino tremendamente agradable y fácil de beber. Alella, al norte de Barcelona, nos sigue dando alegrías inmensas… 11.- Hontza 2018. Viñedos Hontza. Labraza, Rioja Alavesa La juventud de Iker sin tabúes, sin ataduras le permite ofrecernos un Rioja como debieron ser antaño. Fruta presente en un ensamblaje digno de los grandes maestros. Sentarse con una botella y contemplar el mar de carrascas, es sentirse mimado por los dioses…
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